Bien, han pasado ya dos días desde el bombazo que ha sacudido los medios. No, el huracán Sandy no, la venta de las franquicias Star Wars e Indiana Jones a Disney.
Poco más que añadir, pues el tema se ha hecho mundialmente cansino, bombardeado hasta la saciedad. Incluidos rumores, desmentidos...en fin, la típica basurilla de siempre.
Sólo me queda comentaros mis impresiones ante la jugada. Básicamente, y teniendo en cuenta el estropicio que ejecutó con los episodios I al III, todo escenario que suponga ver más pelis de Star Wars sin George Lucas al frente, me parece idílico. El hecho de la fagocitosis Disney siempre da miedillo, pero analicemos fríamente los precedentes: Con Marvel y Pixar de momento no han destripado nada (Los Vengadores está genial, y Brave bastante aceptable, por ejemplo).
Por tanto, esperar buenas elecciones a nivel de guión, dirección y cásting. Si aciertan ahí, podríamos hablar de un futuro esplendoroso.
Puestos a elucubrar, ahí van mis elecciones perfectas para interpretar a unos cuarentones Han, Leia y Luke: Nathan Fillion, el mismísimo Castle, prácticamente ya ha hecho de Han Solo en su papel de Mal Reynolds de Serenity. Olivia Munn, crack en The Newsroom (y le queda como un guante el
disfraz de Leia en El Retorno del Jedi). Sebastian Stan, Bucky Barnes en el Capitán América, y la reencarnación de Mark Hammill.
Para darle un poco de color al comentario, os cuelgo unas buenísimas ilustraciones vía
Space 1970, que en 1977 realizó Del Nichols para una
campaña de Burguer King:
Stay tuned!