Si alguien espera crónica y galardones de los Golden Globe Awards, aquí lo hacen de maravilla.
Por mi parte, interés abrumadoramente ausente. Y eso? Oiga, comparado con el final de temporada de Sherlock, la impostura del star system cinematográfico envuelto en papel de regalo me provoca acidez de estómago. Básicamente porque ya no hay nada dentro del envoltorio, más que repetición hasta la náusea de tics, protocolos y caretas. A cascarla.
Me hubiese interesado escuchar a Woody Alen recibiendo el Cecil B Demille, pero evidentemente no les sigue el juego. Al parecer Jennifer Lawrence lo peta, además de ser preciosa. Ciertamente la única peli que espero impaciente es la suya. Fecha de estreno actualizada, 31 de enero. Id apuntando en el calendario. Por desgracia, interesa más el puto diseñador del vestido que lleva para recoger el premio. Dicho lo cual...
Sherlock. No puedo creer que se haya acabado. 12 días. Tres magistrales episodios. Síndrome de abstinencia. Qué tramposo es Moffat. Intrigante cabrón...
Si le sumamos el primer trailer para la cuarta temporada de Juego de Tronos, tenemos la prueba física de un cambio de rol preponderante entre cine y televisión. Proceso iniciado hace años, alcanza su máxima expresión en la flagrante superioridad de esta noche.
Como siempre, opinión personal e intransferible. Os dejo con los trailers:
Stay tuned!
Es verdad, el cine se ha visto superado por la televisión cuando parecía imposible. Por presupuesto, la pantalla grande parecía inalcanzable, y ahí tendría que darse la libertad creativa y las ganas de arriesgar que ahora aparecen en la pequeña pantalla, que va forjando joyas de prestigio como Sherlock. No sé cómo han perdido esa preeminencia, pero cuesta encontrar películas que enganchen a la butaca y, en cambio, dominan series que enganchan al sofá.
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