10 julio 2012

PIKE!...PIKE...ARGHHH*




El domingo murió Ernest Borgnine. Un adorable bruto hijo de perra que nos deja con una de las carreras más extensas y espectaculares de Hollywood, que se extiende a lo largo de los últimos 50 años.
Tomé consciencia de este señor cuando uno de los sábados que merendaba en casa de mi abuela mientras veía la tele, tuvieron a bien programar El Emperador del Norte. Los ojos como platos. Nunca me había podido imaginar hasta entonces que alguien podía ser tan hijo de puta como el personaje de Borgnine, imbuido de una rabia irracional que yo no comprendía, pero que me impactó definitivamente. Quien no haya visto esta peli, no domino adjetivo que pueda expresar la magnificencia cinematográfica que emana y os pueda dar una idea de lo necesaria que es en cualquier videoteca. Sea tópico, no importa, es cierto: Ya, no se hacen películas como El Emperador del Norte.


El resto de su filmografía incluye clásicos y títulos de culto como Rescate en Nueva York, La Aventura del Poseidón, Estación Polar Zebra, Conspiración de Silencio, Johnny Guitar, Vera Cruz, Los Vikingos,  Doce del Patíbulo, o De Aquí a la Eternidad.
Consiguió el Oscar con la (lo siento, ya sé que no es políticamente correcto decirlo ahora, pero para mí sobrevalorada) Marty.


No obstante, si hay una película que destaca en la filmografía de este rocoso actor, y hablo de ese tipo de películas en las que uno piensa ineludiblemente cuando se imagina una historia del cine, es sin duda Grupo Salvaje. Por ello considero oportuno despedirle con la escena final de esta maravilla incómoda. Nos vemos, cabronazo.








Stay tuned!



2 comentarios:

OPINAD, OPINAD, MALDITOS: