09 mayo 2012

HOWARD SHORE: LA MÚSICA DEL SILENCIO INCÓMODO




Recordando El Exorcista, por la última entrada, me ha dado por pensar en otra peli que, sin ser de género, comulga con la de Friedkin en imbuir al espectador de un acompasado desasosiego digno de mención. El Silencio de los Corderos es recordada más por la interpretación de Hopkins que por la banda sonora de Howard Shore, pero sin ella, el objetivo de llevar de la mano a la audiencia desde un estado neutro a tener las terminaciones nerviosas a flor de piel casi sin darse cuenta, hubiese sido bastante más complicado.
Howard Shore no pretende lucirse. Pasa desapercibido, como un pensamiento incómodo que poco a poco se va haciendo más grande hasta explotar en un desagradable incidente.
Preparad vuestra psique. La oscuridad está a punto de subir a la superficie cuando menos lo esperáis.







Stay tuned!




4 comentarios:

  1. Película absolutamente inquietante. Algo recordaba de la música. No es la banda sonora que suene más, pero sí, contribuía a configurar una gran tensión ambiental. También era inquietante la pieza clásica que escuchaba Lechter en el momento de escaparse y asesinar a sus dos guardianes.

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    1. Las Variaciones Goldberg de Bach; escucharlas ahora despierta un reflejo condicionado de náusea, verdad? Quizás las incluya en el reproductor cuando falle alguna pista y la deba sustituir... ;)

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  2. Dicho y hecho! Soy así de masoca. A partir de ya, la pista 200 es la "nauseabunda" variación Goldberg

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  3. Ahora es la pista 199, he añadido la banda sonora de El Caso Ipcress, de John Barry, que ahora lleva el dorsal 200.

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OPINAD, OPINAD, MALDITOS: